lunes, 2 de marzo de 2009



Como enfermera he encontrado en las técnicas psicodramáticas, herramientas para intervenir con los familiares de mis pacientes, ahora también lo he hecho al abordar un tema con los profesionales de la salud, en el marco de un diplomado, y eso me tiene el día de hoy muy contenta.

Sabia que no era una tarea fácil debido a las características del grupo. Pero ¡Oh sorpresa!, al presentar el tema “La relación enfermera-paciente”, donde se abordan valores, comunicación interpersonal y empatía, apliqué la técnica de juego de roles haciendo referencia a esta relación. A los participantes se les dificultaba contactar con sus emociones, evidenciando lo complejo de ser empático cuando no existe la habilidad para reconocerlas.

Conforme transcurría la sesión me fui sintiendo más satisfecha del trabajo realizado, ya que se lograba la interacción grupal. Me mantuve a la expectativa, dejando que el grupo actuara, pude constatar el proceso de sensibilización.
Mi estilo de intervención en grupo había sido, hasta ahora, rígido y excesivamente directivo, hoy reconozco en mí una coordinación más tolerante y flexible, siendo gratificante personalmente y obteniendo mejores resultados en lo profesional

Y todo gracias al psicodrama.

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