lunes, 2 de marzo de 2009

Moreno, Descubriendo Dioses


Hablar de Moreno es difícil porque despliegan varios temas desde donde abordarlo, aunque todas giran en torno a su obra: El psicodrama.

En estas líneas narraré algo sobre él, bajo el cristal que lo muestra como CREADOR.

Moreno era un tipo racional, escéptico, excéntrico, además líder nato y lleno de genialidad. El contexto histórico, social, político, económico y cultural que lo rodeó, se caracterizó sobretodo por opciones polarizadas y finitas, de las cuales tuvo la visión de abrir otros horizontes, de formular con lo existente diversas combinaciones que respondieron favorablemente a las necesidades sociales, con tal impacto que aún en nuestros días siguen siendo útiles.

Solo a él se le podían ocurrir ideas tales como la de que el teatro (y sus elementos como el escenario, el auditorio, el protagonista, etc.) pudiera ser un espacio no solo de expresión, sino además tener alcances terapéuticos; o por reunir en terapia grupal a personas marginadas como presos, psicóticos, refugiados y prostitutas; creando un espacio para ellos dentro de la sociedad que los relegaba.

¿Y para qué todo esto? La pretensión de Moreno era dar a los hombres la condición de hacedores de sí mismos, los que crean su destino, entorno y realidad, siendo responsables de sus actos. Aboga porque las personas sean de una sola pieza, que mantengan la congruencia entre lo que hacen y lo que son (creación e intimidad) para alcanzar una existencia vivida auténticamente.

Moreno consideraba que toda persona es como Dios: posee un gran potencial y es creador de su propia existencia. Él puede elegir y hacerse responsable de todo cuanto decida, por más locuaz y/o irracional que parezca, porque finalmente, esto también es un elemento que pertenece a la persona, aunque culturalmente sea censurado.

Por lo anterior, el hombre es un ser inacabado, perfectible y en mucho. Para lograr esto, propone la articulación de Creatividad – Espontaneidad. La primera aporta contenidos y formas fructíferas novedosas. La segunda es aplicación, la práctica, la respuesta que se da. Es pasar del mundo de las ideas, palabras, sensaciones, etc. a la acción, a la vivencia.

Muchas veces la vida es comparada con un libro en el cual día a día se escriben cosas. Tomando esta imagen, la invitación de Moreno es a que tomemos valiente y amorosamente ese libro en nuestras manos (porque somos dueños de él), que seamos creadores de nuestra historia y plasmemos nuestra propia existencia.

Una escena psicodrámatica es manifestación de la vida diaria donde se dan infinidad de encuentros y desencuentros (incluyendo con nosotros mismos)… pero el psicodrama es en sí, una forma de vivir esos encuentros como dioses, creadores y espontáneos.

Yuritzi Zarco

No hay comentarios:

Publicar un comentario